Las carillas dentales son una excelente opción para mejorar la apariencia estética de los dientes y lograr una sonrisa más atractiva y confiada. Existen dos tipos principales de carillas dentales: las de porcelana y las de composite, cada una con sus características y ventajas únicas.

Las carillas de porcelana están fabricadas con un material altamente resistente y estético. La porcelana es translúcida, lo que permite que la luz pase a través de ella de manera similar al esmalte dental, brindando resultados muy naturales y armoniosos. Estas carillas son altamente personalizables, lo que significa que pueden adaptarse a la forma y el color de los dientes existentes, logrando un aspecto natural y unificado con el resto de la dentadura. Además, las carillas de porcelana son altamente duraderas y resistentes a manchas y decoloraciones, lo que las convierte en una opción ideal para aquellos que buscan resultados a largo plazo. Con el cuidado adecuado y las visitas regulares al dentista, las carillas de porcelana pueden durar entre 10 a 15 años o incluso más.

Por otro lado, las carillas de composite están hechas de una resina compuesta que se adhiere directamente a los dientes. A diferencia de las carillas de porcelana, estas son más flexibles en términos de manipulación del color y la forma, lo que permite realizar ajustes más precisos y personalizados. Sin embargo, la resina compuesta puede no ser tan translúcida ni duradera como la porcelana, lo que podría requerir un reemplazo más frecuente y un mayor cuidado para conservar su apariencia.

 

Carillas dentales de porcelanaCarillas dentales de composite

 

 

 

 

 

 

 

 

Además de las diferencias en materiales y durabilidad, también existe una variación en el proceso de colocación de ambas carillas. Las carillas de porcelana requieren una preparación más extensa de los dientes, lo que implica una eliminación parcial del esmalte para asegurar un ajuste adecuado. Este proceso se realiza en dos sesiones diferentes ya que las carillas de porcelana se envían a un laboratorio dental para su fabricación personalizada antes de colocarlas en el paciente.

Por otro lado, las carillas de composite implican una colocación menos invasiva, ya que generalmente solo requieren una mínima eliminación del esmalte. Estas carillas se aplican directamente en el consultorio dental en una sola visita, lo que significa que el proceso es más rápido y menos complejo en comparación con las de porcelana.

En conclusión, ambas opciones de carillas dentales tienen sus propias ventajas y desventajas, y la elección entre carillas de porcelana y composite dependerá de las necesidades y preferencias individuales de cada paciente. Nuestros especialistas en Clínica Cherizola Clavell se encargarán de realizarte una evaluación y asesoramiento adecuado para que tomes una decisión correcta.