Muela del Juicio

Las muelas del juicio son los últimos molares en desarrollarse en la cavidad bucal. Por lo general, su erupción ocurre durante la adolescencia o a principios de la adultez, generalmente entre los 17 y 25 años.

El proceso de erupción de las muelas del juicio comienza con la formación de los gérmenes dentales en los maxilares durante la infancia. Estos gérmenes son estructuras embrionarias que eventualmente darán lugar a las muelas del juicio. A medida que el individuo crece, se desarrollan lentamente y comienzan a desplazarse hacia la superficie de la encía.

 

Diagnóstico y evaluación

El primer paso en el diagnóstico de las muelas del juicio implica un examen dental completo. Durante este examen, el dentista examinará la boca del paciente, incluyendo la mandíbula y las encías, en busca de signos de problemas potenciales, como enrojecimiento, hinchazón, sensibilidad o presencia de abscesos.

Posteriormente, se hace uso de las radiografías. Estas son herramientas que nos ayudan a diagnosticar la presencia de las muelas del juicio, ya que proporcionan imágenes detalladas de la mandíbula y las estructuras circundantes. Los tipos comunes de radiografías utilizadas incluyen radiografías panorámicas y radiografías periapicales. Estas imágenes permiten evaluar la posición, el tamaño, la forma y la orientación de las muelas del juicio, así como identificar cualquier impactación, anomalía o complicación potencial.

Extraer Muelas del Juicio

 

Procedimiento

 

  1. Administración de anestesia local:

Antes de comenzar el procedimiento de extracción, se administra anestesia local al paciente para adormecer completamente el área que se va a tratar. Con la anestesia local el paciente no sentirá dolor durante el procedimiento.

  1. Realización de una pequeña incisión en la encía:

Una vez que el área está completamente adormecida, se realiza una pequeña incisión en la encía sobre la muela que se va a extraer. Esta incisión permite acceder al diente y al tejido circundante para facilitar su extracción.

  1. Remoción del hueso circundante (si es necesario):

En algunos casos, especialmente cuando la muela está parcial o totalmente cubierta por encía o hueso, puede ser necesario retirar parte de este para facilitar su extracción.

  1. División de la muela del juicio (si es necesario):

En situaciones en las que la muela del juicio está impactada o en una posición difícil de alcanzar, el dentista puede optar por dividir la muela en secciones más pequeñas para facilitar su extracción. Esto ayuda a minimizar el trauma en los tejidos circundantes durante el procedimiento.

  1. Extracción

Una vez que se ha accedido a la muela del juicio y se ha creado suficiente espacio para su extracción, se procede a retirar cuidadosamente la muela, para esto se aplicará presión controlada con la finalidad de aflojar y extraer la muela de su posición en la mandíbula.

  1. Limpieza de la zona y colocación de suturas (si es necesario):

Una vez que se ha extraído, se procede a limpiar la zona de cualquier residuo o tejido residual. Esto asegura que la herida esté libre de bacterias y ayuda a prevenir infecciones posteriores. En algunos casos, especialmente si se ha realizado una incisión más grande para acceder a la muela, el dentista puede optar por cerrar la incisión con suturas. Las suturas ayudan a mantener los tejidos en su lugar mientras cicatrizan y logrando así una recuperación más rápida y sin complicaciones.

 

Problemas comunes asociados con las muelas del juicio

  • Impactación: Es uno de los problemas más comunes causados por las muelas del juicio. Ocurre cuando una o más muelas no pueden emerger completamente a través de la encía y quedan atrapadas parcial o completamente dentro del hueso maxilar o mandibular. Esto puede deberse a una variedad de razones, como la posición anormal de la muela o la obstrucción por otros dientes. La impactación puede provocar dolor, inflamación e infección en el área afectada, y a menudo requiere tratamiento dental para su extracción.
  • Falta de espacio en la mandíbula: Otro problema frecuente asociado con las muelas del juicio es la falta de espacio en la mandíbula para que las muelas erupcionen correctamente. Esto puede deberse a la estructura ósea subyacente o a la presencia de otros dientes en la misma área. Cuando no hay suficiente espacio para que las muelas del juicio se desarrollen adecuadamente, pueden quedar impactadas o crecer en ángulos anormales.
  • Infección: La acumulación de bacterias y restos de comida alrededor de la muela del juicio puede provocar la inflamación de la encía, conocida como pericoronitis, que puede progresar a una infección más grave si no se trata adecuadamente, especialmente cuando las muelas están impactadas o parcialmente erupcionadas. Los síntomas de una infección pueden incluir dolor intenso, hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad en el área afectada, así como fiebre y malestar general.

 

Recomendaciones postoperatorias

Después de someterse a una extracción de muelas del juicio, se deben seguir las recomendaciones postoperatorias para una recuperación rápida y prevenir complicaciones. Dedica tiempo a descansar adecuadamente después del procedimiento y evita actividades extenuantes que puedan aumentar el riesgo de sangrado o incomodidad en la zona afectada.

Aplica compresas frías en la cara externa de la mejilla durante las primeras 24 horas posteriores a la extracción para reducir la hinchazón y aliviar la incomodidad. Toma cualquier medicamento recetado por tu dentista, que puede incluir analgésicos para controlar el dolor y antibióticos para prevenir infecciones.

Durante los primeros días después de la extracción, opta por alimentos suaves y fríos que no requieran mucha masticación y evita alimentos calientes, picantes, duros o pegajosos que puedan irritar la zona quirúrgica. Continúa cepillándote los dientes suavemente, evitando la zona afectada durante los primeros días.

Evita fumar y beber con popote después de la extracción, ya que estos hábitos pueden aumentar el riesgo de complicaciones y retrasar la cicatrización. No enjuagues bruscamente la boca durante los primeros días después de la extracción, ya que esto puede provocar sangrado o molestias en la zona.

Por último, se debe programar una consulta de seguimiento según lo recomendado por el odontólogo para evaluar la cicatrización y asegurarte de que no haya complicaciones. Siguiendo estas recomendaciones postoperatorias, tendrás una recuperación cómoda y sin problemas después de una extracción de muelas del juicio.

Toda persona de pasar por este proceso. Ven a visitarnos cuanto antes para prevenir cualquier molestia o problemas más graves que puedan surgir con tus muelas del juicio.